miércoles, marzo 20, 2013

Dejemos que suceda.

Dejemos que fluya.
..Se decida el destino por nosotros y haga más de lo que no somos,
Y el sonido de tus pasos continúe  entre libros  de ayer,
Dejemos que tus ojos se pierdan con las yemas tibias que se deslizan por la espalda,
Que lo cierto sea quien decida en esta mesa vieja.
Lo tuyo y lo mío se vuelvan la espada al pasado y sólo veamos el ocaso partir con la  luna de escarcha.

Rechinan tus suelas y las tablas tiemblan,
Los latidos se aceleran, esas teclas hacen un silencio en la media luz del salón,
Penetrante, como fantasma transcurres en esta soledad.
Dejemos que sea todo lo que suceda entre nuestras vidas,
 Lo que es, ya no sea y sea otra cosa, que no vemos venir.

Que más daría que no fuera no este día, si el umbral de tu puerta siempre se abriera
Y los cristales se entregaran a la oscuridad, justo allí a mi lado  la vida no sería, y pasaría lo que sueño y ahora no es.
Si tú,   ya no vienes más, como antes, no ocurre. 
Por eso dejemos que suceda, que pase, si  tú y yo ya hemos corrido y tal vez se necesita descansar, y volver a a rechinar las puertas, y que los libros caigan de ese lugar.












lunes, diciembre 03, 2012

Pienso que sin ti...


No es que seas todo,
pero, pienso en aquello que no fue,
y comprendo que añoro las cosas en que fallamos,
siento la necesidad de volver y probarme que si te había amado.
Es por ego y por victimizar-me, que reconstruyo ideas de ti y de mí.

No es que recuerde tus manos...
no es que extrañé cada instante de ti en mi,
es que me duele haber fracasado en esto que no fue amor,
me tortura haber dado nada, a algo que no ha sido.

Pienso las veces que me hubieras dicho que me amabas,
y así imagino aquel lugar donde yo estuviera a tu lado.
Ahora lejos de verdad, siento las pesadillas en cajas de cristal.
Que se sufre por el sueño que nunca fue, 
por los años perdidos,
por las horas de ausencia aun estando juntos.

Intento vivir en soledad,
en esta casa en blanco y azul,
saberme que soy así, sin ti.
que tu cama fea, vieja no fue mía,
que mi colchón nuevo y duro ya lo es...
que tus hijos y tus fracasos no son los mios.

Puedo estar así... sabiendo que no te amé. Sabiendo que no vivimos, sino que sólo compartimos lejanías y caprichos...
Sentir que la vida a tu lado era otoño justo en el invierno,
perder por ti, eso mata aun en la distancia, 
porque jugar por alguien que no amas no da sentido a lo que hiciste mal.

Se sigue y se puede creer que el amor late en una construcción de media noche, a punto de amanecer y sin ti.

viernes, octubre 26, 2012

No, no le quiero dar importancia, no quiero pensar que lo es.
Sabes que fueron años duros de digerir,
Pero recuerdo tu cara, tu voz como si fuera una mañana huma y cálida diciéndome: “de nada hay que arrepentirse, si así lo has querido…”, tu madre no lo entiende, ¿pero tú si verdad?

Te pienso renuente de religión, creyendo en tu Dios de aventuras,
Maldiciendo a todo aquel mal sano a tus ojos aceitunas,
De ti recuerdo  el sol al medio día dorando tu piel apiñonada con sudor.
Tus manos ágiles y tu vida alocada, única. Acarreando frutas en aquel morral interminable.

Chencha:  aprendí a quererte, a  admirarte en secreto, a pensar en ti como una guerrera, a pesar de los males que eso llevo a mi hogar.
Así en secreto te lloro, porque tu muerte me dice que jamás volveré a nuestra tierra, 
que he perdido ya mi vida de esos años,
Te has muerto sin despedirte; anunciando mi soledad aquí.
¿Te vas como has querido?

No, no le quiero dar importancia que  falleciste, porque no puedo ir allá,
Me atormenta pensar en la despedida de los míos; y tú eras parte... 
no estás como tú sabías estar... ausente y bella.

Contigo parte una mujer que hizo el oficio de un hombre, en un pueblo mestizo tropical, que vivió con la copa y el cigarro en la mano, tú que atreviste a ser libre y sin importar nada…
lo cruel Ascencia Payró, es que eso algunas veces se paga con abandono…

Chencha,  planeé que haría de mi vida lo que tú habías hecho de la tuya, pero ahora sé que soy igual a tu hija, igual…  y también te amé.
Lágrima de oro por Anne Marie Zylberman

miércoles, septiembre 26, 2012

Con el alma se baila, con el cuerpo se ejecuta.

Cuando Isadora Ducán  transformó y criticó a la danza clásica a principio del siglo XX, pensó en otro lenguaje corporal, recapitulo el espíritu de transmitir emociones, marcó pauta para la creación de coreografías mundanas, es aquí cuando señala que los cuerpos de bailarines clásicos estaban evadiendo la realidad social, y a esa realidad se les daban  toques “fantasiosos” que se oponían a las condiciones y acontecimientos de la tierra; Isadora comprendió que la danza podía ser natural, reflexiva y  desnudar el alma e ir más allá del mundo “clásico” convencional; literal decidió  abandonar las “puntas” y bailar descalza. Pies que se echaran al ruedo terrenal y les dio la oportunidad bailarinas-es de soltar y dejar de ceñirse a la deformación de las puntas. Esta bella imagen de sentir la tierra y latir con ella fue una gran revolución en de lo que se conocía de la danza a finales del XIX y principios del siglo XX.

 

Hizo inmediatamente un llamado de atención de lo que se estaba reproduciendo en el arte efímero y a la vez inmortal que es la danza. Ella era el ejemplo, al bailar con túnicas transparentes estilo griego, soltar sus cabellos y estar descalza en escenarios singulares, que mostraban que la danza podía romper con la cuadratura y lo contranatural que era lo clásico. La danza contemporánea vería en esta bailarina y coreógrafa emociones que no se habían considerado como tema en la escena dancística, a la incursión de cuerpos distintos, menos espigados y más “reales”. Pese a ese proceso de comprender el movimiento y la transmisión del mismo a principios del siglo XX, hoy parece que bailarinas-nes y coreógrafos contemporáneos han perdido esta esencia, de mostrar la diversidad de la humanidad, y han caminado una vez más a lo cuadrado y peor aún a ceñirse a la estética del cuerpo, a la elección de dos piernas y brazos perfectos, olvidando que la expresión no nace de lo físico sino de lo emocional.

 

Pareciera tabú para coreógrafos incluir a los cuerpos distintos, incluir a discapacitados o cuerpos gruesos a escena, se apela que la luz o el teatro los engorda y eso le quita “belleza”; ¿pero qué es la belleza? Cuando una coreografía es emotiva e inteligente, y el bailarín ejecuta y transmite vida –esto es la danza contemporánea-, aquí no importa si no tiene piernas o le falta brazos, aquí importa esta trinidad: coreografía, técnica y transmisión de vida. Cuando en América Latina se deje de creer que los músculos y la delgadez es bailar, tendremos menos bailarinas y bailarines obsesionados con su peso, estrazados con la imagen, haciendo barbaridades y atentado contra la salud en pro de la perfección física; deben repensar que lo físico es una acción de la disciplina y del trabajo de la técnica que va hacia la expresión con el movimiento, hacia la originalidad y la esencia de la danza contemporánea.

 

Si se trabaja desde aquello distinto, de eso que no comprendo pero siento y quiero explicar desde lo que hay en mi, el cuerpo sería eso sólo un cuerpo, el objeto que toma vida cuando  ejecuta y habla en movimientos, y la técnica y la estética será consecuencia de una introspección de lo que es transmitir, de lo que es tomar conciencia de moverse con sentido y con “objetivo” de la virtuosa “técnica”, la estética sería pues el reflejo de ese trabajo emocional y por consecuencia físico, pero jamás debería ser físico y luego emocional.

 

Perder la esencia de la danza contemporánea, es desconocer los procesos históricos que lograron desatar las emociones y al cuerpo de aquello clásico que para los Latinos no era posible por nuestra complexión, pese a este “movimiento” de muchos bailarines en la primera década del siglo XX,  coreógrafos y bailarines poco saben de historia de la danza y mucho de gimnasios y dietas que matan de hambre.

 



viernes, septiembre 07, 2012

Sucede

He sucedido como tormentas tropicales, 
calma-furia, oscuridad-torrencial 
y silencios con palmas vibrando...
recogiendo -mis- despojos que algún día fui y a veces vuelve el sureste y contemplo cuando debo salir.

Un día o noche  llegó el sol,  me empujó a  la hamaca... y pasa que en ocasiones se zamarrea -sin esperar- y otras apacible: adormilan-dome, sintiendo que tus manos  enamoran lo que soy por mi, sin saber a dónde llevan... nubarrones,  se forman para que el norte sople y punce la tierra; penetrante hasta el final del ciclo, humedad.

Ahí meciéndonos,
escuchando  laminas herrumbradas chocando entre si, 
luces apagas, murmuras junto a mi cuerpo, 
henequén que marca, y diseña rombos en la espalda.

Ha pasado, 
aguas que bajan,
se deslizan, nos empuja a la inmensidad.

Así sucedo... sudemos. 


viernes, agosto 31, 2012

Tú. Mis tormentas, mi primera vez, mi carne, mi alma y mi vida... mi lucha,
navega que estaremos junto a ti hasta al fin de la nada y del todo.
latente ceguera, perpetua en nuestras vidas,
en silencio tortura ahogada en abrazos.

Vibra. Seremos él y yo los que carguemos con el dolor; no debes entender ahora, ni saber como cala  el espíritu esto llegado ayer y que no piensa irse sin dejar huella
aquí  estamos para soportar por ti, porque es lo único que podemos hacer.

Mientras corras contra miles de pésimas posibilidades -como lo has hecho desde el vientre-,  sé que habrá solución... sabemos de la luz naciente de tu alegría del motivo de tu alma para nunca sucumbir. 






no tener certezas,
la necesidad de  saber, para acabar con la angustia,
con el hueco en el alma,
Incertidumbre,  la oscuridad hermana y monstruosa...
acaba contigo: Esperanza, de verte allá, no tan lejos,
con la respuesta a la enfermedad que nos supura y palpa las ganas,
que destruye el sueño, empolva las sábanas y nos separa cada noche;
crees que puedes alejarte y olvidar que hasta el final de nuestras vidas esto por fin se acabará.


¿podemos vivir así?:


sintiendo que algo está por venir, que al abrir los 

ojos ya empeoró,

¿podemos seguir así?

escuchando malas nuevas.







martes, junio 12, 2012

Ese despertar no podía estar mejor, que tú,
Las 6 y no sonó el reloj; 
Fui por la húmeda mañana a correr el secreto de la  neblina y a cubrirme de abandono por venir.


Las horas pasaban como cualquier otro día, como la espera del sueño que termina, -y concluye renovándose en ti-.

Los balances se sumaban a esos encuentros clandestinos, lejos de la moral, 
Esa tarde se desplomó en cuatro paredes y una puerta…
Las entrepiernas tibias, las bocas húmedas;  allí tu sonrisa se torno en heridas.

La caída del sol, el tintineo de mis lagrimas, que por dentro me ahogan –aún-, supe que lo nuestro podía empeorar… tu  voz quedita, cortada y el desenlacé llegó. “me hace falta tiempo”.





lunes, abril 16, 2012

Simple/común


que no me gusta: casi nada las canciones de Serrat, Sabina, Córtez, Silvio…

que a veces leo un par de novelas pasadas de moda -al año-,

que no sé distinguir entre los vinos jóvenes y los añejos,

que el jamón serrano con aceite de oliva, limón me saben bien junto al queso ranchero.

que la opera me aburre... y para mis oídos están ruidosa como el rock.

que algunas canciones de Beatles me parecen tontas...

que no soy feminista,

que no soy socialista,

que la yoga y esas cosas alternativas no me terminan de convencer...

que lo único hasta hoy es: que me fascinas.

Que estoy a tu lado,

Que me cautiva el brillo del mar en tus ojos corriendo de tras de las olas,

Que el café lo disfruto si tú lo sirves por la mañana,

Que las canciones de Queen me sientan bien si tu cuerpo yace en el mío,

Que soporto mejor una salsa roja si tú me dices que no pica.

Que un enojo infernal se muere justo cuando dices que no hay más, que soy yo.

Que soy la mujer que te habita, que se derrama en la orilla de la cama justo entre tus manos.

Que soy simple, que soy la que te complica las reglas.



miércoles, enero 11, 2012


Se pregunta cómo llegó aquí, cómo se convirtió en esa mujer que colecciona medias negras, que guarda vestidos sin usar, zapatillas que la provoca e incita para andar fuera de casa…

Algo pasa, que no sabe qué es…

Tristeza, ansiedad, renovar todo,

Atreverse escribir y vivir en primera persona,

A fantasear una vez más.

Que –ya- no crea que el camino se hace angosto,

Que regrese esa mano;

Que los encuentros no duerman en la cama de silencio… de llano y desierto…

Que puede pedir esta mujer que se aleja y se acerca,

Que duerme creída de amor,

Que vive el abandono y la rutina… que suplica diferencia, que se humilla con el labial en la mano, que arroja los cajones y sacude las sábanas, viendo que no sucede nada.

Lastima de mujer, la intimidad se le esfuma…

Qué le hará falta, para que la promesa de una noche se haga.

Qué necesita para que él no la olvide entre almohadas y buenas noches,

Qué le hará falta a esa mujer…

Aquel, prefiere hablar con el pájaro azul borrándola, diciendo todo sin que ella se a asome, como si lo ocurrido entre ambos nunca hubiera pasado. Listo para que sea seguido, no por ella... ella no existe allí.

Ella que se derrumba al ver encajes y cristales, ella que se enferma de soledad…aburrimiento.

Ella que se viste a solas y baila sin que nadie la vea, fingiendo que él esta en el centro de un bar… que está postrado en la penumbra, justo para divertirla, acecharla, llevarla lejos…

Pregúntate mujer si ese hombre sabe de seducción…