Qué haremos con este corazón hipertrofiado.
A dónde arrojar la incertidumbre que no deja de punzar los pensamientos,
¿Qué habrá después de tus ojos grandes y llenos de vida?
¿Hay alternativas, existe una mínima posibilidad más allá de Dios?
Suena, suena y no deseamos contestar, ¿para qué?
No decirle a nadie para que no sea verdad,
Aquí en este desastre debemos encontrar la salida,
Sino para que has sobrevivido tanto tiempo: Dios, ¿para qué?