viernes, enero 14, 2005

“La resistencia”

[1]Ernesto Sábato
Creo que la libertad nos fue destinada para cumplir una misión en la vida; y sin libertad nada vale la pena.


La Resistencia de Ernesto Sábato, es un ensayo que evoca a la recuperación de valores, al rescate de la libertad humana. Ésta obra es un grito de angustia por el hombre que se haya atrapado en el consumismo y que al parecer no encuentra salida. Sábato alude hasta el cansancio que esa manera de idiotizarte por lo material del mundo (como la televisión, la computadora, video juegos, autos, etc), es característica de nuestro tiempo, aunado a la búsqueda del poder irracional; han hecho del hombre deshonesto consigo mismo y con su sociedad. Indica Sábato que éste homo vive y se concibe en las grandes urbes, es ahí donde se engendra. Nos muestra de manera cruda y sensible al ser humano que cada día no es hombre, sino un engranaje del motor llamado capitalismo, convertido en maquina consumista, está mas cerca de considerarse un engranaje, un idiota solitario, y mas lejos de ser perceptivo y sensible con sus semejantes se desvía cada vez de un ser pensante y sensitivo de lo que lo rodea. En el trayecto de la obra nos describe a un ser social miedoso, que no tiene ideales, que se conforma con lo que le da el sistema enajenante del capitalismo-consumismo. Y paradójicamente tiene cosas-objetos, (“cosas materiales”), las cuales ha conseguido sacrificando su libertad humana, creyendo que eso es la felicidad, matando los ideales.

La obra se compone de cinco cartas, y el epilogo, en las primeras líneas, inicia con la critica al televisor, ese aparato que no comunica, y burdamente informa lo que debemos sentir y hacer. El televisor ha remplazado la sensibilidad de los seres humanos, el contemplar un atardecer, oler una flor, ahora es cosa de imagen, la TV apedreado la capacidad y cualidad de observar, tocar, oler, gustar, SER. La televisión como la computadora han sustituido el tiempo de ocio con los amigos, con la familia. Olemos y amamos por la computadora, y se pregunta Sábato a dónde se fueron las charlas en los cafés, a dónde se escaparon los juegos con los amigos, ésta nostalgia del pasado, de lo que ya no es, es lo que hace que algunos hombres resistan hacer una tuerca o aceite de la maquina del consumismo. Somos entes receptivos y no sensitivos. Éste escrito es un dolor por la perdida de ideales, de objetivos comunitarios, es un dolor por el hombre. ... Se me encoge el alma al ver a la humanidad en este vertiginoso tren en que nos desplazamos, ignorante atemorizados sin conocer la bandera de esta lucha, sin haberla elegido. (Sábato: 2001: 121)
La modernidad-modernización que llegó con los avances tecnológicos borro los mitos y por lo tanto eliminó lo mágico de la tierra, Sábato nos invita a recuperar la magia del mundo, a un Dios que nos de libertad de ser, y no sujetarnos a los horarios del consumo, al ocio limitado, del sistema social –actual- tan movida por los capitales globales. Si bien Sábato nos muestra un mundo desalentado, una humanidad sin ganas de existir, con autonomía cuarteada y la falta de respeto por todo y todos, no pierde la esperanza que ésta misma humanidad consiga liberarse del propio yugo que se construyó para si misma. Confía que los hombres vuelvan a tener compromisos, honestidad para vivir en comunidad.
[1] Sábato, Ernesto, La resistencia, Seix Barral, México D.F 2001.