martes, mayo 02, 2006

La Ventana...

(Imagen de Araceli, ver página)
Sus ojos se estrellaban en el infinito de las líneas y ondulaciones del horizonte; en el canela de aquellos hombros se reflejaba la intensidad del sol; el último recuerdo del día en pedazos se perdió en el archivero cerebral… ¿qué hacer con el olvido cuándo se olvida?

Una voz ronca y rasposa pronunció al oído izquierdo de aquel ser:

- Te deseo, ven… vamos…-

Con la piel estremecida, contestó:

-Bésame, más, más…-

Los brazos cual cristo en el ventanal, parecían sostener los bordes del cuadrado que daba al poniente; la espalda se excitaba con esos labios firmes que bañaban la dermis...

La voz rasposa tenía la llave del archivero; sus muslos temblaban, la memoria volvía…los ojos abiertos, las manos sudadas se iban evaporando con el viento del sur.

Pronto llovió, y las gotas chocaban como si el mundo se acabara, la ventana se cerró y la voz rasposa se llevo los nuevos recuerdos a la cama.